Pregunta a tu coach: ¿Cómo mantengo la motivación para entrenar en casa?

Hola, coach:

Soy estudiante de bachillerato y cuando entré en el instituto me apunté al equipo de baloncesto. Desde entonces, he jugado como base. En los partidos y en los entrenamientos, siempre me apoyo en el resto de mi equipo. Pero, como este año no hemos podido juntarnos, no encuentro nada que me motive. Antes jugaba con mi hermano, pero el año pasado se fue a estudiar a la universidad y ahora tengo que hacerlo sola. A veces salgo al patio para echar unas canastas y practicar un poco, pero, aparte de eso, llevo meses sin tocar la pelota. Tampoco me apetece salir a correr o ponerme a levantar pesas, cosa que podría hacer por mi cuenta. Estoy realmente frustrada y me preocupa perder el nivel que tenía. ¿Cómo puedo recuperar la motivación?

— Atleta que echa en falta la interacción deportiva
Jugadora de baloncesto de 17 años

No te preocupes, eso es algo habitual. Cuando estaba en mi último año de carrera pasé por lo mismo: me costaba encontrar una motivación.

Me lesioné muchas veces y estaba cansada de tener que despertarme cada día a las 6 para salir a correr. Perdí mis referencias. Además, la WNBA acababa de empezar, por lo que no estaba en mis planes jugar profesionalmente. Pero también era capitana de equipo y quería poner fin a mi etapa en el baloncesto universitario de la mejor manera. Quería ser un ejemplo para mis compañeras y terminar lo que había empezado.

Así que no te sientas mal por no saber cómo mantener la motivación. TODOS los atletas pasamos por eso.

Lo que hice en aquel momento fue parar, coger un poco de perspectiva y preguntarme: "¿Por qué juego?". Cuando era pequeña, lo hacía porque era divertido, pero en la universidad ya no lo era tanto. Entonces, ¿por qué seguí jugando? Después de pensarlo mucho, me di cuenta de que el baloncesto era mi forma de agradecer a mis padres por ver mi potencial y ayudarme a prosperar. Quería mostrarles mi gratitud y lo hacía dando lo mejor de mí día tras día.

Esa es mi razón o propósito, y descubrir cuál era fue lo que me permitió superar los desafíos a los que me enfrentaba como jugadora. Ahora que soy entrenadora, me sigue ayudando a resolver otros problemas.

Ya sabemos que el baloncesto de competición exige mucho esfuerzo. Por eso, necesitas encontrar tu razón, un propósito que te motive y te haga coger la pelota aunque tus compañeros o entrenadores no estén contigo en ese momento. Además, si quieres que te sirva de ayuda a largo plazo, recuerda que tu razón debe ir un paso más allá, tanto de ti mismo como del deporte. Si solo juegas para ganar un campeonato, ¿qué te queda cuando lo consigues?

Algunas de mis jugadoras me han dicho: "Juego por mi tío, que me inició en este deporte antes de morir" o "juego porque la única manera de que vaya a la universidad es con una beca de baloncesto". Tu razón puede basarse en ti o en otra persona, y puede ser completamente personal.

Para averiguar cuál es la tuya, prueba a reflejar tus pensamientos en un diario. Puede que te lleve unos días descubrirlo, pero tienes que hacerlo… no solo para superar estos tiempos difíciles, sino para resistir como atleta, porque siempre habrá momentos difíciles.

Una vez sepas cuál es tu razón, debes crear un horario que la respalde. Y, por supuesto, debes comprometerte a seguirlo. En mi caso, cuando llega el fin de semana, elaboro el horario que voy a seguir a partir del lunes. A mí me resulta muy útil dividir las tareas grandes en otras más pequeñas y concretas. Además de escribir "hacer ejercicio durante una hora", también anoto cada ejercicio, serie, repetición y descanso que debo hacer. Cuando pongo cada pequeño paso por escrito, me comprometo mucho más.

Es verdad que un horario jamás va a reemplazar las sesiones con tus compañeros o lo que te pueda enseñar tu entrenador, pero hay muchas cosas que puedes hacer para recuperar parte de ese apoyo.

Cuando mi marido Darius y yo nos prometimos, entrenábamos equipos en diferentes estados, pero siempre encontrábamos tiempo para hacer videollamadas y nos enviábamos mensajes de texto cada día. ¿Por qué te cuento esto sobre mi marido? Porque ahora mismo tú también debes mantener el contacto con tu familia del baloncesto y alimentar vuestro vínculo de la misma manera.

Comparte tu programa de entrenamiento con algún compañero para que también lo haga, ¡incluso podéis hacer algunas partes del entrenamiento juntos por Zoom! Sal a correr y comparte los kilómetros que has corrido o el número de canastas que conseguiste encestar desde cinco posiciones distintas. Para fomentar ese espíritu de equipo, también puedes organizar chats en grupo, hacer un eslogan del equipo o crear una playlist para que podáis escuchar todos la misma música mientras entrenáis.

Este último consejo puede parecer contraintuitivo, pero disfrutar de tu vida fuera de la cancha también te ayudará a no dejar el deporte. Por eso, quiero que utilices algo de tu tiempo para recuperarte, descansar con tu familia, leer un libro o comenzar un nuevo hobby. Ahora mismo, todo está un poco patas arriba pero, como atleta, sabes cómo estar a la altura de las circunstancias. Tu objetivo general debe ser salir más fuerte de cada situación. Si logras afrontar este momento, podrás redefinir tu relación con el deporte, lo que podría ayudarte también el resto de tu vida.

Coach Taylor

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