Cómo hacer que las niñas se interesen por el deporte

Año 2021. Una mujer ocupa la vicepresidencia de los Estados Unidos. El banco más importante a nivel internacional lo dirige una mujer. Entre las personas nominadas a la mejor dirección en los Óscar hubo dos mujeres (y una de ellas consiguió el galardón). El futuro es de las mujeres, excepto en el mundo del deporte.

Aunque mujeres como Serena Williams y Shalane Flanagan lo están bordando en sus disciplinas deportivas, la realidad es que las mujeres atletas son un grupo minoritario. Las niñas empiezan a practicar deporte más tarde que los niños, según un informe de Women's Sport Foundation (WSF) centrado en niñas de 7 a 13 años. Además, las adolescentes tienen un 15 % menos de probabilidades de practicar algún deporte que los niños y el número de niñas que deja el deporte a los 14 años es el doble que en el caso de los niños. De aquellas que siguen practicándolo, una de cada tres lo deja al final de la adolescencia, frente a uno de cada diez niños, de acuerdo con un informe de la organización Canadian Women & Sport.

¿Cuál es el problema? Son muchos los obstáculos entre una niña (nos referimos a las niñas desde uno y dos años hasta jóvenes en edad universitaria) y la gloria deportiva, como lo que ocurre en el interior de su cuerpo y los comentarios de la sociedad sobre su potencial.

Centrémonos en el aspecto biológico. Mientras que los niños a veces sienten más seguridad a medida que sus músculos se desarrollan, su voz es más grave y les crece vello en el pecho, las niñas se sienten más avergonzadas y menos seguras de sí mismas cuando el pecho, la regla y las hormonas aparecen en su vida, tal y como afirma Mary Fry, directora del Kansas University Sport & Exercise Psychology Lab. Esta podría ser la causa de la desmotivación que las lleva a no participar. Además, Fry comenta el papel de las redes sociales: una fuente de comparaciones y baja autoestima que puede hacer que las niñas (y también los niños) prefieran pasar desapercibidas.

Las dinámicas familiares y los estereotipos de género también son fundamentales. Por lo general, los padres y las madres (o las figuras parentales) son quienes tienen más influencia en los inicios de la relación de las niñas con el deporte. Con demasiada frecuencia, en muchos hogares, no se da la misma importancia a la participación de las niñas que a la de los niños, según nos explica Karen Issokson-Silver, vicepresidenta de Research and Education de WSF. "En algunas familias, es mucho más habitual que el padre juegue con la pelota con su hijo cuando es pequeño que con su hija", señala. Sin el apoyo de la familia, quizás la niña no sienta interés por el deporte a tan corta edad o no lo sienta nunca.

También entra en juego la cultura. Según un estudio de la Universidad del Sur de California y la Universidad Purdue, los deportes femeninos reciben de media el 5 % de la cobertura en televisión, mientras que los deportes masculinos reciben el 95 %. Además, el salario de las mujeres atletas es entre un 15 y un 100 % menor en muchos deportes. Esta situación transmite la idea, sobre todo a los niños y las niñas fáciles de impresionar, de que las mujeres atletas son de alguna manera menos importantes, de acuerdo con Issokson-Silver. De igual forma, debido a la mayor tasa de abandono y la falta de entrenadoras, las niñas no tienen tantas atletas referentes de su mismo sexo como los niños, lo que perpetúa el ciclo.

Karen Issokson-Silver
Vicepresidenta de Research and Education de Women’s Sports Foundation

Los niños y las niñas que practican deporte obtienen distintas ventajas. En comparación con sus colegas que no lo hacen, las niñas atletas tienen más seguridad en todas las edades y su nota media es mejor, de acuerdo el último informe Girls and Sports Impact Report. Otra investigación ha relacionado el deporte en la juventud con la mejora de la salud física y mental, así como con una mejor percepción de su imagen, el aumento de las oportunidades para desarrollar vínculos sociales y mayores habilidades de liderazgo. Además, sorprendentemente, "las jóvenes que practican deporte tienen más probabilidades de ser activas a lo largo de su vida, por lo que, por lo general, tendrán una mejor salud en el futuro", explica Issokson-Silver. Con esto queda claro que el deporte es importante.

Está en nuestras manos mejorar la situación de las niñas. Podemos hacerlo. Sin duda. Además, no es tan complicado como parece. Empieza echando un vistazo a esta guía y compartiéndola para conseguir que las niñas se interesen por el deporte y se enganchen a él.

La forma en que te involucras en el deporte y el ejercicio, y los defiendes, puede marcar una gran diferencia en la actitud de tu hija hacia ellos, según Megan Bartlett, fundadora del Center for Healing and Justice Through Sport, que ha colaborado con Nike para crear la Guía para entrenar a niñas. Bartlett nos explica que cuanto más activa sea tu forma de ser y más palabras optimistas utilices en relación con la actividad ("¡Tengo muchas ganas de correr hoy!"), más probable será que ella cree sus propias asociaciones positivas. "Jugar con ella es igual de importante", añade Fry, así que, tanto si tiene 3 como 13 años, deja que escoja una actividad y acompáñala.

Además, asegúrate de que tu hija cuenta con el equipamiento deportivo adecuado, incluidos el sujetador deportivo, las zapatillas y la ropa que le ofrezcan libertad de movimiento. Asiste a todos los entrenamientos y partidos que puedas para animarla, llévala a algún partido femenino amateur y habla de deportes como hablarías de sus clases o amistades. De acuerdo con Issokson-Silver, todos estos pasos pueden animarla a pensar en el deporte como una parte natural y fascinante de la vida, y darle la seguridad que necesita para no dejarlo.

"Si las niñas no se sienten bienvenidas, apoyadas y valoradas por sus coaches, quizás dejen de practicar un deporte aunque este les encante", afirma Issokson-Silver. Además, para ponerlas en el camino hacia la victoria, recomienda buscar coaches que se preocupen por las niñas como personas y no solo como jugadoras, que fomenten una relación que les permita hablar abiertamente y que muestren aprecio hacia ellas por participar e intentar conseguir sus objetivos. Es importante también que esas personas crean que ganar no es todo. Un estudio de la WSF sobre el tipo de coach con el que las niñas tienen más éxito demostró que quienes retan al equipo centrándose en la diversión y el desarrollo de habilidades en lugar de la victoria ganan por goleada.

Si te llama la atención alguna actividad del colegio o del vecindario, Fry recomienda hablar con los padres y las madres del barrio o de grupos online formados por personas de la zona cuyos hijos e hijas están o estuvieron en el equipo. "También es una muy buena idea ver un entrenamiento para saber de primera mano cómo se acoge a las niñas, cómo sus coaches interactúan con ellas mientras entrenan y cómo se desarrolla el entrenamiento", afirma Viv Holt, directora de Youth Sport Trust International, que también ha ayudado a crear la Guía para entrenar a niñas de Nike. Además, añade otra opción aún mejor: hablar con el o la coach porque la forma en la que interactúe contigo es un claro indicador de cómo lo hará con tu hija.

Fry explica que presionar a tu hija para que rinda más que sus compañeras de equipo o sus oponentes puede alejarla del deporte si siente más presión que apoyo. Por el contrario, enséñala a competir contra sí misma.

"Recuérdale que la calidad del juego de otras personas no depende de ella, pero sí está en su mano lo mucho que se esfuerza cada día", afirma Fry. Anímala a ponerse un objetivo personal, como mejorar los saques o en los golpes, para que pueda ver sus progresos. Felicítala incluso por los pequeños avances para que sea consciente de la recompensa del trabajo real y se sienta orgullosa.

Diana Cutaia, fundadora de Coaching Peace Consulting, recomienda utilizar palabras como "Lo estás haciendo muy bien" o "Es genial verte mejorar", que destacan el progreso en lugar del resultado y le producen más alegría y menos estrés cuando juega.

Sentirse una parte importante del equipo puede hacer que los niños y las niñas se comprometan con el deporte o se desvinculen de él, sobre todo en el caso de las niñas. "No importa que no tengan grandes habilidades en ese deporte", afirma Issokson-Silver, "siempre que sientan que se les reconoce su aportación".

El o la coach ideal lo hará, pero respalda el reconocimiento expresándolo. Issokson-Silver recomienda recordarle cómo las otras niñas buscan que las apoye o que resuelva los problemas, o cómo su entusiasmo siempre cambia el estado de ánimo del equipo cuando van perdiendo. Y Cutaia añade felicitarla por su esfuerzo no solo cuando destaque, sino también cuando lo esté pasando mal, para demostrarle que te preocupa ella, no su rendimiento.

Fry comenta que algunas investigaciones muestran que las mujeres suelen ser más perfeccionistas que los hombres y que esas inclinaciones suelen empezar en la infancia. Es esencial enseñar a las niñas que cometer errores, ya sea hacer una falta en un partido o perder la pelota, no solo es normal en la vida, sino que también es un elemento fundamental para aprender y mejorar.

Bartlett afirma que el primer paso es transmitirle que tiene el coraje necesario para superar los contratiempos. Utiliza la palabra "valiente" de forma habitual y cada vez que ella o alguna de sus compañeras intente algo nuevo o se arriesgue (por ejemplo, tirando desde lejos), felicítala.

De acuerdo con Holt, cuando cometa errores, habla de ellos y de la situación general. "La naturaleza humana, incluso en la infancia, es fijarse únicamente en lo que se ha hecho mal aunque se hayan hecho 20 cosas bien", afirma. "Anímala a reflexionar sobre el error y a considerarlo una oportunidad para crecer. A continuación, céntrate en todas las cosas que ha hecho bien". También ayuda mostrar consideración mencionando los errores que cometas para demostrar que no tienen tanta importancia.

Por último, no dejes que tu hija se rinda a menos que sea porque no haya conectado con su coach a nivel personal. Según Bartlett, pasar demasiado tiempo en el banquillo, sentirse menos hábil que sus compañeras de equipo, no sentir pasión por el deporte y prácticamente cualquier otro problema puede resolverse replanteando el significado de ganar. "Destaca una habilidad que haya mejorado o las nuevas amistades que haya hecho, y ayúdala a establecer un objetivo relacionado con ello que debe alcanzar en las últimas semanas con el equipo", afirma.

De acuerdo con Bartlett, la determinación y la eficacia se desarrollan teniendo en cuenta la temporada hasta el final, incluso cuando las niñas practican otras actividades después de que acabe. Esa perseverancia podría ser la diferencia que cambie el juego basado en las estadísticas y el futuro del deporte para siempre.

Para conseguir más consejos sobre cómo hacer que tus peques, sobre todo las niñas, practiquen deporte, echa un vistazo a la Guía para entrenar a niñas en la que Nike ha colaborado como parte de su compromiso Made to Play, y escucha el episodio especial de Trained con Jim Taylor, atleta y psicólogo deportivo para jóvenes.